- El consorcio ejecutará el lote 1, valorado en 123 millones de euros
Ferrovial y FCC Construcción han puesto este viernes la primera piedra que da inicio al soterramiento de la autovía A-5 a su paso por la Avenida de Extremadura, en Madrid. En un acto, al que ha acudido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se ha inaugurado el proyecto de movilidad urbana que reducirá en más de un 85% las emisiones de CO2 en la zona.
Ferrovial, en consorcio con FCC Construcción, ejecutará el primero de los dos lotes en los que se divide el soterramiento de la A-5, presupuestado en 123 millones de euros. El consorcio construirá 1.720 metros de carretera, de los cuales 1.300 metros serán bajo tierra, en un plazo estipulado de 25 meses.
El túnel de nueva construcción contará con una anchura de 30,75 metros que permitirá el paso de tres carriles por cada sentido de la circulación, incorporando vías Bus–V.A.O. en la parte central. Con el fin de facilitar la movilidad en la zona, se mantendrán disponibles dos carriles en cada sentido de la circulación durante todas las fases de la obra.
El contrato adjudicado a Ferrovial y FCC Construcción incluye la obra civil, las instalaciones de servicio y seguridad del túnel y las vías de la superficie para el tráfico local. Además, el consorcio construirá una nueva glorieta situada en la Avenida de los Poblados, al sur de la A-5, que es necesaria para redistribuir la movilidad en el entorno tras la actuación proyectada.
Este tramo se ejecutará al mismo tiempo que el lote 2, que desarrollará otro consorcio. En total, el proyecto de soterramiento de la A-5 contempla la construcción de 3,2 kilómetros de vía, de las cuales 2,8 discurrirán bajo tierra. La actuación completa contará con una inversión cercana a los 300 millones de euros.
El llamado Paseo Verde del Suroeste se completará con un tercer lote, pendiente de licitación, que incluirá los trabajos de urbanización y paisajismo para desplegar un área verde sobre el túnel. El soterramiento de este tramo de la carretera de Extremadura tendrá un impacto positivo en la vida de los vecinos, quienes gozarán de un mejor descanso gracias a la reducción del ruido en más de 20 decibelios. Además, algunos edificios públicos adyacentes al túnel aprovecharán la energía térmica de la vía para su climatización, beneficiándose de un ahorro energético de hasta el 90%.