Alberto Vázquez-Figueroa idea un aprovechamiento de energía limpia, utilizando los yacimientos petrolíferos agotados.

Después de un invento revolucionario para desalar el agua del mar a través de un proceso de ósmosis con presión natural; el novelista Alberto Vázquez-Figueroa, con la colaboración de un equipo de ingenieros , ha trabajado durante años para presentar su nueva patente que consiste en un nuevo aprovechamiento de energías renovables. Su idea consiste en generar electricidad en los pozos petrolíferos abandonados. "La idea es tan simple que resulta absurda", reconoce Vázquez-Figueroa. Se trata de aprovechar los yacimientos petrolíferos ya explotados situados cerca del mar o dentro de la plataforma marina, para instalar una turbina en su interior y, por diferencia de presión, dejar que el agua marina fluya por el pozo hasta la los estratos que anteriormente contuvieron petróleo. Sería de ésta forma un aprovechamiento hidroeléctrico inédito hasta éste momento. Cuando el yacimiento igualase la presión de agua existente entre la masa de agua y el yacimiento, se extraería la turbina y se instalaría en otro y así sucesivamente. Ahora, cabe esperar si éste aprovechamiento energético es viable económicamente y con la tecnología disponible. Por el momento, la idea ha despertado el interés de los ministerios españoles de Industria y de Exteriores, que ya han concertado una reunión con el novelista para evaluar las posibilidades del proyecto. Además, importantes empresas españolas como FCC, Cobra -la filial de ACS- o el BBVA, ya se han puesto en contacto con Vázquez-Figueroa para interesarse por su nueva patente. A simple vista, las posibilidades y beneficios de ésta tecnología son muchas. Por un lado, el volumen de agua capaz de ser albergado en éstos yacimientos es enorme y el rendimiento energético de las turbinas hidroeléctricas ronda el 90%. Además es una tecnología limpia, que no genera residuos ni consume recursos limitados, con la debida financiación y apoyo institucional podría generar muchos puestos de trabajo y ser una alternativa energética limpia. "Hay 400.000 pozos petrolíferos abandonados en todo el mundo, que podrían generar un 20% de energía extra ahora que están vacíos", explica Vázquez-Figueroa. Y añade para explicar las virtudes del proyecto: "El espacio es enorme, el mar es infinito y la altura es muy grande. Aprovechemos la oportunidad para producir energía limpia". Fuente: elmundo.es