(Cinco Días).- Las organizaciones se encuentran inmersas dentro de la denominada "nueva economía de la empresa", como recordó ayer Juan Alfaro, secretario general del club de excelencia en sostenibilidad durante la apertura del I Foro La Gestión del Gobierno Corporativo en la Empresa, organizado por el instituto de Empresa.
Para Alfaro, el humanismo empresarial mueve ahora la empresa, que debe apostar por el buen gobierno y la responsabilidad corporativa.
No en vano, recalcó Aldo Olcese, presidente de la sección de ciencias empresariales y financieras de la Real Academia de Ciencias Económicas, "es el buen gobierno corporativo el que el cuelga de la RSC", por lo que "ésta debe ser responsabilidad de la dirección y debe formar parte de la estrategia de la empresa".
Olcese recalcó durante su intervención que "todavía es pronto para evaluar los resultados [del Código Unificado], pero el nivel de compromiso es alto en la adaptación de las empresas al código y los resultados serán satisfactorios y razonablemente buenos", pero matizó que el buen gobierno se trata de una "materia viva y cambiante", "y es bueno que lo sea", afirmó.
El ponente realizó una encendida defensa de los principios de esa "nueva economía", fruto de las "nuevas exigencias que hay en el mercado y de las nuevas exigencias de los empresarios", que se basan, insistió, en el humanismo empresarial y que sitúan, dijo, "a la RSC como la madre de una de las palancas del buen gobierno".
El propio Olcese sentenció: "No estoy diciendo nada que haya dicho el fundador del capitalismo, Adam Smith, que ya hablaba de la función social de la empresa. El economicismo es un credo fundamental en la empresa y busca ganar dinero, pero esto no se puede hacer a cualquier coste, sin que sea de manera perdurable y sostenible. Eso es la empresa responsable. Estamos retornando a los orígenes y nosotros tenemos la obligación de reformular las teorías, porque nada es eterno".
El ex presidente de la Fundación de Estudios Financieros señaló que los primeros interesados en que se fomente el buen gobierno "son los propios empresarios", que quieren que "el terreno de juego esté en buenas condiciones".
En este sentido, defendió la autorregulación y criticó a quienes "exigen la constatación" de las bondades del buen gobierno. "Tendrá [el buen gobierno] constatación científica, pero se le debe pedir ex ante sino ex post", dijo, ya que los resultados positivos se verán en el futuro y "los analistas financieros valoran el buen gobierno, porque ahí están los riesgos ocultos y las oportunidades". Es más, enfatizó, "no es posible realizar operaciones relevantes en mercados desarrollados si no se presentan credenciales de buen gobierno. Que se lo pregunten a [Emilio] Botín en Inglaterra'.