Ferrovial Construcción trata de mejorar la seguridad de sus empleados a través del Programa SAFE, una iniciativa en la que la actitud y el comportamiento de cada persona es esencial para lograr crear entornos de trabajo más seguros.
Esta iniciativa, en la que la participación, la comunicación y el compromiso son claves, dio sus primeros pasos en 2013 en España. Tras siete años de desarrollo, ha ido madurando y enriqueciéndose en otras geografías donde la compañía opera. Entre esos destinos se encuentra Chile, país en el que se desarrolla SAFE desde principios de año, concretamente en la Central Hidroeléctrica de Los Cóndores, ubicada en la Región de Maule, 360 kilómetros al sur de la capital del país.
La implantación del Programa SAFE, enmarcada en el Plan de Acción de seguridad 2020-2022 desarrollado para este proyecto “busca la implicación de toda la organización en temas de seguridad, promoviendo la participación de los trabajadores”, relata Ramón Escánez García, gerente de obra de Ferrovial Construcción en dicho proyecto. “Lo primero es trabajar seguro, si no estamos seguros no trabajamos. Soy el primero que debe estar comprometido con ella y, en segundo lugar, con la calidad y el medio ambiente”, explica.
La comunicación y la escucha activa son algunas de las piezas clave para que SAFE se desarrolle correctamente y pueda generar una cultura de reporte allí donde se implanta. El primer paso ha sido proporcionar unas tarjetas anónimas en las que los trabajadores expresan sus inquietudes y sugerencias de mejora, además de las situaciones del día a día que consideraren peligrosas. Estas tarjetas se depositan en unos buzones y permiten al equipo de Ferrovial Construcción realizar un seguimiento constante y dar respuesta a las mismas. Su uso se complementa con foros abiertos de discusión y conversaciones personales con los trabajadores.
Bajo el lema de “Trabajo Seguro”, existe un panel en el que se puede consultar las acciones tomadas respecto de las tarjetas recibidas, las actividades de riesgo que se están ejecutando y las lecciones aprendidas de incidentes pasados para evitar su repetición.
Este panel se localiza en las zonas comunes y de descanso, por lo que todos los trabajadores tienen siempre accesible la información relevante sobre seguridad, cimentando así la comunicación abierta y la transparencia que caracteriza este programa. Además, en todas estas zonas también se encuentran pantallas en las que se emiten de forma continua vídeos de los estándares de seguridad de la compañía y vídeo-mensajes con las expectativas y los resultados en seguridad y salud que la dirección de la compañía transmite a través de la intranet de Ferrovial. Así consiguen llegar también a los trabajadores a pie de obra y a subcontratistas.
Como novedad, el Programa SAFE se ha complementado en Los Cóndores con el Programa Mira-Actúa, que pone a disposición de los trabajadores una app móvil que se usa como una herramienta de comunicación más y que permite reportar situaciones de manera más fácil, directa y sin problemas de localización. Su uso es muy sencillo. Cuando los empleados observen alguna situación peligrosa, la aplicación enviará de manera inmediata una alerta al jefe del área y al jefe de seguridad y salud para que se pueda evaluar y resolver.
Para acceder, basta con escanear los códigos QR que se muestran en los carteles dispuestos a lo largo de la obra y completar la observación. La ventaja de este medio de reporte es que la notificación de la observación es inmediata y esto permite que se pueda resolver lo antes posible.
Otro de los pilares de este programa es el refuerzo de las conductas seguras de los trabajadores.
En el 99.9% de las veces, los trabajadores se comportan de forma segura y esto hay que reconocerlo y premiarlo. Por ello, se da visibilidad de forma directa a las personas y equipos que han tenido un comportamiento destacable y cuyas aportaciones han contribuido a que ese 0,1% restante desaparezca.
Lograr la participación y el compromiso de todos los que colaboran en un proyecto es lo más importante a la hora de conseguir un clima en donde todos sientan que su seguridad es lo más valorado y que su voz cuenta para resolver los problemas. Cuando esto ocurre, se llega a ese nivel deseado en el que todos y cada uno de nosotros somos líderes de seguridad.