La reducción de la huella hídrica es una de las muchas medidas del plan Heathrow 2.0, la ambiciosa estrategia que Heathrow ha desarrollado para garantizar un crecimiento sostenible.
El Aeropuerto de Heathrow pretende conciliar crecimiento y sostenibilidad a través de iniciativas para prevenir y reducir los efectos adversos del ruido y de la calidad del aire derivados de la actividad aérea; aumentar el reciclaje y minimizar los residuos o proteger la biodiversidad del entorno del aeropuerto.
En lo que respecta a la gestión del agua, el aeropuerto no sólo continuará con algunas de las medidas que lleva desarrollando los últimos años, sino que, además, ha establecido ambiciosos objetivos en consumos, uso de fuentes sostenibles y reducción de riesgos.
Para 2020, Heathrow pretende disminuir el consumo total de agua en un 10% y el consumo total de agua por pasajero en un 20% con respecto a 2010. Para ello, está invirtiendo en nuevas tecnologías, como vehículos de limpieza que reutilizan el agua procedente de las nevadas caídas en las instalaciones, o sistemas de purificación. Además, pretende convertirse en un referente en detectar fugas en sus instalaciones.
Para 2020, Heathrow pretende reducir el consumo total de agua por pasajero en un 20% con respecto a 2010
Proteger el ecosistema local también es otra de las prioridades de Heathrow, como lo demuestra el haber sido reconocido en nueve ocasiones con el premio Wildlife Trusts’ Biodiversity Benchmark Award. El aeropuerto se ha propuesto aumentar el consumo de agua procedente de fuentes sostenibles y garantizar la calidad de sus aguas residuales antes de 2020.
La cadena de suministro de Heathrow es otra de las líneas de acción del plan de sostenibilidad del aeropuerto. Por ello promueve entre sus socios una gestión responsable del agua.
Además de mejorar su propio impacto medioambiental, Heathrow pretende liderar las buenas prácticas medioambientales dentro del sector. Para ello, el aeropuerto ha lanzado este año un premio, valorado en 20,000 libras, que reconocerá aquellas ideas que supongan una mejora en materia de reciclaje de vertidos, uso de materiales sostenibles o impacto local. Estas ideas, después de probarse en Heathrow, podrían extenderse a otros aeropuertos.