El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) va a elaborar un mapa de estructuras geológicas susceptibles de almacenar CO2. Según los expertos, la metodología basada en el almacenamiento en emplazamientos adecuados, junto con la captura subterránea de CO2, son los dos instrumentos más recomendados para reducir la presencia de este gas en la atmósfera.
La primera fase de este proyecto consiste en establecer un catálogo de estructuras geológicas propicias para esta tarea y su categorización. En la segunda fase se estudiarán estructuras conretas mediante trabajos de exploración y perforación a grandes profundidades.
Las cuatro zonas más propensas para almacenar CO2 son: Cantábrica-Duero, Pirineos-Ebro, Ibérica-Tajo y Bética-Guadalquivir.
Fuente: Consumer.es