El Instituto Biomar, empresa leonesa dedicada en sus orígenes a la producción de fármacos antitumorales, inició en 2008 un proyecto de I+D que ahora se encuentra en fase de investigación. El objetivo del proyecto es lograr producir biodiésel a partir de unos microorganismos que retienen CO2.
Los microorganismos objeto de la investigación, distintas microalgas y cianobacterias, al realizar la fotosíntesis incorporan CO2 sobrante de la atmósfera a una estructuras o triglicéridos que posteriormente se transforman en biodiésel. Ese combustible, además de ser una alternativa renovable a los combustibles fósiles, presenta ciertas ventajas con respecto a otros biocombustibles. Los microorganismos reducen las emisiones de CO2 y para su producción no se emplean grandes cultivos que tradicionalmente sirven para la agricultura, ya que se gestan en piscinas o tanques. Tampoco se ocupa tanto espacio como con las especies vegetales que se utilizan para producir otros tipos de biodiésel y sus ciclos de producción son más cortos.
En la fase actual de investigación se trata de obtener el mayor rendimiento posible de los microorganismos, y lograr reducir el coste, principal problema de la aplicación de este combustible alternativo.
Fuente: Ecoticias.com