España necesita triplicar la energía nuclear para asegurar el suministro

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El Gobierno deberá potenciar la producción de energía nuclear en España hasta alcanzar una potencia instalada cercana a los 20.000 ó 25.000 megavatios (MW) en el año 2030, tanto para abastecer la demanda como para garantizar la estabilidad del sistema energético nacional con plenas garantías, según los expertos del sector consultados por EXPANSIÓN. Esto implicaría multiplicar casi por tres la potencia nuclear instalada hoy en día (7.727,8 MW), que representa el 9% del total de la capacidad instalada en el país (82.336 MW). En este sentido, los técnicos en materia energética afirman que "parece razonable llegar a un valor de 20.000 MW instalados" para esa fecha e, incluso, a "un máximo de 25.000". Es decir, 13.000 MW, como mínimo, de nueva construcción más la reposición o alargamiento de vida útil de las actuales. Tal estrategia precisaría entre ocho y 10 emplazamientos nucleares nuevos que se vendrían a sumar a los ocho reactores con los que cuenta España en la actualidad. Y ello para abastecer la creciente demanda de consumo eléctrico en España ha aumentado un 56% desde 1997 hasta 20o6, ya que ésta se duplicará en 2030, según las estimaciones de los expertos. Pero, más aún, para garantizar el suministro de energía en condiciones estables. En la década anterior, la situación del sistema de producción energética nacional era de "sobrecapacidad, mientras que hoy es necesario seguir instalando generación para alcanzar el valor objetivo mínimo de cobertura", cuyo índice está fijado en el 10% para evitar el problemas de suministro, advierten. Pese a ello, el Gobierno sigue apostando por las renovables, "de fiabilidad menor y precio mucho más elevado", declaran. Incluso, pretende reducirla. "La aportación de la energía nuclear al sistema eléctrico español en 2030 debe alcanzar el 30%" del total hoy apenas alcanza el 20%, cifra similar a la media que presenta la UE, según el presidente del Foro Nuclear, Eduardo González.

Europa sigue un camino distinto

Europa ha dejado de mirar con recelo a la energía nuclear. De hecho, hoy en día hay cuatro países de los Veintisiete que están construyendo nuevas centrales: Francia, Finlandia, Rumanía y Bulgaria. A éstos se les sumará a partir de 2009 Gran Bretaña, que el pasado jueves hizo una apuesta clara por este tipo de energía al anunciar que apoya la construcción de nuevos reactores. En Italia ha vuelto con fuerza el debate tras 20 años de olvido nuclear, y los expertos estudian la viabilidad de construir tres o cuatro plantas. Y Francia ya tiene más que cubierto su suministro. Las 59 centrales galas supusieron el 78% de la electricidad del país en 2006. España cuenta con ocho reactores que representan el 9% del total de la capacidad instalada en el país. Con esa potencia instalada, las centrales nucleares españolas produjeron en 2007 una quinta parte de la electricidad, siendo la fuente de mayor productividad del sistema eléctrico. Sin embargo, el Gobierno, lejos de aumentar la producción de este tipo de energía la más barata y una de las menos contaminantes, ha emprendido una cruzada antinuclear en favor de las renovables. El asesor y gurú climático de Zapatero, el estadounidense Jeremy Rifkin, incluso ha abogado por un panorama eléctrico basado 100% en las renovables. España ya es uno de los países líderes en el fomento de este tipo de energías (y líder absoluto en la eólica), en gran parte por las altas subvenciones que ofrece el Gobierno a las empresas que las fomentan. De hecho, un alto directivo de una de las empresas energéticas líderes del país comentó a EXPANSIÓN el porqué de su amor por las energías limpias: "El Gobierno nos pidió que apostásemos por las renovables y nos tiramos a ellas, sobre todo a la eólica, con unas primas... [...] Y en realidad nosotros queremos apostar por la eléctrica". Este experto también considera, por ejemplo, que la incidencia de la energía solar (mucho más cara que la nuclear) "no es ni mucho menos significativa y no resuelve nada". "El Gobierno habla de Kioto y luego subvenciona al carbón y no a otras energías...¿por miedo? Es una contradicción", concluye. De seguir apostando en exclusiva por las renovables obviando la nuclear, España debería servirse de abastecimiento galo para garantizar su seguridad energética. Las inversiones en renovables aumentaron a nivel mundial un 41% en 2007, rozando los 80 millones de euros. 4.447 de estos millones correspondieron a la salida a bolsa de Iberdrola Renovables. Sin esta operación, las inversiones hubieran aumentado un 17%.

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