Los compradores de vehículos ya no sólo se preocupan por la potencia o el consumo. El nuevo criterio cada vez más extendido es el de las emisiones de CO2. Además, la razón de comprar coches de bajas emisiones no sólo es la protección del medio ambiente, sino también el ahorro que supone en muchos casos elegir un coche ecológico.
El Plan VIVE ha agotado su presupuesto, pero volverá en 2010, para seguir favoreciendo la renovación del parque automovilístico. Y el Plan 2000 E sigue incentivando al sector del automóvil, muy afectado por la crisis. Ambos planes dan incentivos económicos a los coches ecológicos (con emisiones menores de 149 gramos de CO2 por kilómetro), mediante el impuesto de matriculación gratuito o 2.000 euros de rebaja en el precio del coche.
Fuente: Ecoticias.com