Ferrovial Agroman ejecuta desde Julio de 2017 la rehabilitación del Colegio Mayor San Bartolomé para la Universidad de Salamanca (USAL). Con un presupuesto de más de 5 millones de euros remodelará uno de los históricos colegios mayores que data de 1401 y que se convertirá, una vez finalizada la obra, en una moderna sede de Cursos Internacionales de Español, un programa prioritario en la Universidad que ahora funciona repartido por diversas dependencias de la propia Universidad.
El nuevo ‘Bartolo‘, como es conocido en la ciudad, cuyo proyecto ha sido redactado por Ferrovial Agroman, es un edificio en esquina cuya altura varía de las 2 plantas en la Plazuela de San Bartolomé hasta las 3 plantas s/rasante de la Cuesta de Oviedo y Plaza de Fray Luis de León. Contendrá 31 aulas, un gran salón de actos y un laboratorio de idiomas, además de bibliotecas y diversas salas de trabajo, con capacidad máxima para 1.200 personas en un espacio de 5.000 m2 edificables. Esta rehabilitación cubrirá las necesidades de los cursos tanto en el ámbito de la docencia, como de la administración y la investigación. Guillermo Fernández Pellín, Gerente en Castilla y León, comentó:
«Aparte de su complejidad técnica, se trata de un proyecto emblemático, ya que su ejecución forma parte de las actuaciones programados para la celebración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, la más antigua de España y del mundo hispánico.»
Los trabajos de rehabilitación se realizan sobre un inmueble que es resultado de construcciones sucesivas por la adquisición y ampliación de los edificios que forman parte de la Universidad.
«El edificio se encuentra situado dentro del «Conjunto Histórico» de la ciudad y del área de «cautela arqueológica» establecida en el PGOU», nos cuenta Juan Muñoz Andrés, Jefe de la Obra. «Tras la finalización de los trabajos de demolición, ejecutados en su mayoría de forma manual, actualmente estamos ejecutando el movimiento de tierras bajo supervisión arqueológica, prestando especial atención a los restos de la antigua Iglesia de San Bartolomé, desaparecida a principios del siglo XX y que da nombre al conjunto, cuya edificación data del siglo XII (fue consagrada en el año 1174 y reedificada en el siglo XV). Otros hallazgos interesantes son los restos de edificaciones antiguas, palacios y casas señoriales, calles ocultas que «descubren» la antigua organización urbanística de la ciudad, bóvedas subterráneas, restos de cerámica romana, monedas antiguas, etc. Parte de todo ello se integrará en el proyecto final».
En la reconstrucción se plantea el uso de materiales característicos del inmueble, como la piedra arenisca, pero combinada con otros más actuales como el cobre utilizado en forma de paneles, así como el granito. Para ello, se rehabilita el edificio histórico manteniendo el volumen y acceso principal por la Plaza de Fray Luis de León, los muros de cerramiento de fachadas históricas y el patio central, que se cubrirá con un lucernario de vidrio, así como la tipología y los elementos arquitectónicos significativos.
Por otro lado, se eliminan los cuerpos edificatorios añadidos o secundarios para ejecutar una parte de obra nueva, el aulario, desarrollada en tres plantas en torno a un atrio cubierto de triple altura con lucernario, comunicada con el edificio histórico y con acceso independiente por la Plaza de San Bartolomé.
De acuerdo a la normativa actual, la rehabilitación del edificio de San Bartolomé supondrá también su transformación en un inmueble sostenible con la instalación de diversos equipos entre los que destaca un sistema de captación, almacenamiento y utilización de la energía solar con el que se cubrirá en parte la demanda de agua caliente del inmueble.
Otros proyectos que Ferrovial Agroman ha desarrollado para la Universidad de Salamanca han sido el Centro de Láseres Pulsados y Ultracortos y Ultraintensos (Sede del Láser de Petavatio) en el Campus de Villamayor de la Armuña en 2013; El Edificio Dioscórides de la Facultad de Biología en 2008; el Instituto de Neurociencias de Castilla y León en 2004; y las Aulas de Grabado de la Facultad de Bellas Artes en el 2000.
El equipo de obra, dependiente de Juan Muñoz Andrés, son Soraya Fernández Bombín (Jefa de Producción), Ángel José Méndez Fuentes (Encargado) y José Luis Morena Gijón-Bonales (Administrativo de obra).
