El aeropuerto de Southampton ha reducido su huella de carbono en 970 toneladas en los últimos 12 meses, el equivalente a lo que generaría un avión dando la vuelta al mundo 210 veces.
A pesar de haber alcanzado un récord de dos millones de pasajeros en en los últimos dos años, el aeropuerto ha conseguido registrar en 2018 una disminución del 43% en sus emisiones. Esto implica una reducción del 10,9% en las emisiones por pasajero, lo que equivaldría a la energía consumida si cada pasajero viera la televisión durante 56 horas seguidas.
Asimismo, más del 90% de la iluminación del aeropuerto emplea componentes LED, disminuyendo así el consumo de electricidad en un 6,9%. No solo eso, el aeropuerto de Southampton es el primero de Reino Unido en utilizar iluminación LED en los stands de las aeronaves y, en el último año, ha instalado 11 puntos de carga para automóviles eléctricos en el parking de corta estancia. En total, se estima que el aeropuerto ha ahorrado alrededor de 6.400 kg de emisiones de dióxido de carbono, lo mismo que emite un turismo en un viaje de 31.746 kilómetros.
“El aeropuerto de Southampton se ha comprometido a reducir su huella de carbono y a crecer de manera sostenible. Es por eso que cada año trabajamos con una organización independiente para realizar un informe sobre nuestras emisiones que se comparte directamente con nuestros grupos de interés. Trabajamos activamente contra el cambio climático buscando formas para reducir aún más nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en todos nuestros procesos. Nuestro objetivo es ser neutrales en materia de emisiones de carbono para el 2030 ”
De hecho, el departamento de ingeniería de este aeropuerto está a la vanguardia de las nuevas tecnologías, implementando el internet de las cosas (Internet of Things) en todo el aeropuerto. El uso de esta tecnología ha permitido al aeropuerto de Southampton monitorizar cuidadosamente la demanda de energía requerida en el aeropuerto y ajustar en consonancia de forma anticipada la cantidad de energía producida.
Por último, el aeropuerto recicla el 65% de sus residuos, más de 300 toneladas. Los residuos restantes se trasladan a una planta local especializada que transforma los residuos en energía. A su vez, la ceniza generada tras quemar estos desechos también se recicla como componente para el mantenimiento de carreteras.
