- La decisión se fundamenta en una estrategia centrada en el desarrollo de infraestructuras de transporte.
- Reconoce un deterioro de su inversión en Amey de 774 millones de euros.
- El valor en libros de Amey, tras la provisión, se sitúa en 103 millones.
Ferrovial ha decidido clasificar toda su División de Servicios como “disponible para la venta” desde el 31 de diciembre de 2018, tras completar la revisión estratégica anunciada en octubre del pasado año. Esta medida es consecuente con la estrategia de la compañía orientada hacia el desarrollo de sus inversiones en infraestructuras de transporte. El principal criterio en la operación de desinversión estará definido por la optimización del valor.
Ferrovial Servicios opera como una de las principales compañías del mercado en España, Reino Unido y Australia, contando además con presencia en Chile, Estados Unidos, Canadá y Polonia. La decisión adoptada implica una clasificación de los activos como una actividad discontinuada, recogiendo su valor razonable. La aplicación de este criterio acarrea el reconocimiento de una provisión de 774 millones al final del año fiscal de 2018 motivada por el deterioro de la inversión de Ferrovial en Amey, su filial de Servicios en Reino Unido. Esta provisión no supone salida de caja. El valor en libros de esta participación en Amey queda establecido en 103 millones de euros. No obstante, Amey continúa operando con normalidad y con altos estándares de servicio.
Servicios en el Reino Unido
El valor de Amey se ha visto afectado por la situación atravesada en estos últimos años por el sector de servicios en el Reino Unido, sometido a muchas incertidumbres como consecuencia, entre otras causas, de los recortes en los presupuestos de las Administraciones Locales. Asimismo, han proliferado las disputas contractuales entre clientes y proveedores. Amey mantiene una por el contrato de operación del PFI (Private Finance Initiative) firmado en 2010 con el Ayuntamiento de Birmingham, quien en 2018 ha retenido la totalidad de la contraprestación. La filial británica, junto al resto de los stakeholders involucrados en el contrato, mantienen negociaciones con el Ayuntamiento para buscar una solución satisfactoria para todas las partes.