Ferrovial tras conocer el informe publicado hoy por Amnistía Internacional (AI) sobre el RPC de Nauru, quisiera significar los siguientes puntos:
- El informe no añade nada nuevo respecto a los publicados por AI los pasados meses de julio y octubre de 2016, titulado Island of Despair, pues recoge el mismo contenido sin aportaciones distintas a las planteadas en los anteriores.
- Considera gratuitas las afirmaciones de AI pues no toman en consideración que la compañía anunció, inmediata a la adquisición de la australiana Broadspectrum, su decisión de no presentarse a la renovación de los contratos por no figurar dentro de sus actividades estratégicas, hecho que se producirá en octubre de 2017.
- Considera injustificada las responsabilidades atribuidas a Broadspectrum, dado que no gestiona los centros y carece de capacidad para determinar el status de estas personas. Su labor se limita al cuidado de las condiciones de vida y seguridad, en aspectos como alimentación, alojamiento, educación, mantenimiento, limpieza, etc. Un trabajo similar fue desempeñado en el pasado por ONGs como Save the Children o Salvation Army. Estas personas viven en régimen de libertad de movimientos, pueden entrar y salir a su criterio de los centros, y cuentan con acceso a telecomunicaciones y servicios de internet. Muchas de ellos disfrutan ya del status de refugiado, tienen trabajo y viven integradas en la comunidad.
- El RPC ha recibido visitas de entidades como al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Organización Internacional de Inmigración, el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Defensor del Pueblo de Australia, etc.
- En diversas ocasiones, Broadspectrum ha solicitado a AI que plantee sugerencias específicas para mejorar las condiciones de estas personas, pero siempre ha declinado esta posibilidad.