Ferrovial ha finalizado las obras de mejora y optimización del Puerto Exterior de Ciutadella en Menorca tras seis meses de trabajo. El objetivo del proyecto, que ha requerido una inversión de 3,14 millones de euros, ha sido ampliar las líneas de atraque de los muelles de levante y poniente para poder acoger de forma óptima y segura a buques de hasta 190 metros de eslora.
El proyecto ha girado en torno a la construcción de dos duques de alba, unas estructuras aisladas que sirven para dar apoyo y amarrar las embarcaciones. También se ha procedido a la instalación de pasarelas de conexión, así mismo se ha completado el equipamiento de las instalaciones con amarres y defensas para hacerla más operativa y segura.
Ferrovial ha tenido que adaptarse a unas circunstancias excepcionales para lograr el mínimo impacto sobre el ecosistema marino de la zona durante el desarrollo de las obras. Tanto es así que, antes y durante el tiempo de actividad, se pusieron en marcha una serie de medidas preventivas, correctoras y moderadoras recogidas en el Plan de Vigilancia Ambiental que establece Ports de Illes Balears, con el fin de minimizar al máximo el impacto que pudieran generar los trabajos sobre el entorno.
Medidas para proteger la biosfera marina
Ciñéndose al mencionado plan, Ferrovial ha seguido todos los protocolos necesarios para minimizar su impacto sobre el entorno. Uno de los factores que debió tener en cuenta en el desarrollo de los trabajos fue la presencia de especies protegidas, como la posidonia o algunos corales y moluscos autóctonos. Así, se ha vigilado la ausencia de ejemplares en la zona y se han protegido las especies vegetales presentes con cortinas antiturbidez. Además, el proyecto se ha comprometido a replantar posidonia en una superficie equivalente a la ocupada por la nueva infraestructura, con el fin de generar un impacto positivo sobre el fondo marino.
En esta intervención también se ha controlado rigurosamente el ruido para limitar la contaminación acústica sobre el medio biótico. Una vez finalizado el proyecto, se llevaron a cabo dos prospecciones mediante robots submarinos y buzos que confirmaron que las formaciones biológicas no habían sufrido modificaciones durante el proceso, más allá de las producidas en la superficie ocupado por las infraestructuras construidas.