El proyecto de investigación Carb-fix pretende imitar lo que sucede en la naturaleza al disolver CO2 en agua bajo altas presiones y posteriormente bombear la solución en capas de basalto situadas entre 400 y 700 metros de profundidad. Según lo visto en el laboratorio, los científicos esperan que el CO2 disuelto forme carbonato de calcio sólido al entrar en contacto con el calcio de las capas de basalto. El proceso que en laboratorio puede observarse, dura unos cuantos días o semanas, pero al trasladarlo a la naturaleza se espera que los resultados puedan empezar a verse en el plazo de un año.