El jueves pasado, 4 de mayo de 2017, se abrió al tráfico – dos meses antes de lo previsto– una sección de 18,3 kilómetros de longitud de la vía rápida polaca S5, entre los cruces de Mieleszyn y de Gniezno Południe. La circunvalación de Gniezno, de nueva construcción, permitirá trasladar completamente el tráfico de paso, evitando que atraviese la población, y en última instancia, garantizará una conexión fluida entre la autopista A1, Gdansk-Katowice y la A2 Poznan-Varsovia. A la ceremonia de inauguración de la autopista polaca acudieron, entre otros, el Viceministro de Infraestructura y el Voivode de Gran Polonia (Wielkopolska).
El valor de las obras de esta autopista polaca supera los 500 millones de PLN, de los cuales, el 85% se ha cubierto con subvenciones de la Unión Europea. De la construcción se ha encargado el consorcio creado por Budimex y Ferrovial Agroman.
En virtud del contrato, Budimex y Ferrovial Agroman realizaron tres cruces de carreteras (los cruces de Mieleszyn, Gniezno y Kłecko), 19 instalaciones de ingeniería, 2 centros de servicios de pasajeros, carreteras transversales y de vías de acceso con iluminación de carretera y barreras acústicas, drenaje y equipamiento de desagüe. Además, la empresa llevó a cabo tareas de remodelación y eliminó las incompatibilidades entre el equipamiento de drenaje y alcantarillado, mejoró la dotación de instalaciones de la carretera y los equipamientos de los servicios de energía, telecomunicaciones, gas y ferrocarril de múltiples diseños (tendidos de cables aéreos, redes de electricidad, telecomunicaciones, pistas u otras).