El objetivo de la autopista D4/R7 es aliviar a la capital de la República Eslovaca del tráfico, cada vez más intenso, que provocaba numerosos atascos que paralizan la vida cotidiana en la ciudad. Para conseguir llevar a buen término esta autopista ha sido necesario atravesar parte de una zona que se sitúa al sureste de Bratislava y está muy influenciada por el caudal del Danubio. Se trata de un espacio altamente protegido por la Red Natura 2000 (red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad).
La repetida acción del hombre sobre el Danubio ha afectado al caudal del río, ya que la mayoría de los canales fluviales que poseía habían sido destruidos. Como resultado, el flujo principal se redujo a una dirección rápida y estrecha, el bosque aluvial mermó y muchos animales perdieron su hábitat o fueron cazados hasta la extinción, entre otros, el castor eurasiático (Castor fiber).
Un ecosistema con diez mil años
Los canales del río Danubio se formaron gracias a las inundaciones periódicas (resultado de las lluvias y el deshielo de la nieve alpina) de los últimos diez mil años. Esto dio lugar a la creación de un vasto sistema de canales fluviales desconectados del cauce principal, pantanos y llanuras de inundación que se volvieron ricos en minerales, sedimentos de grava y suelo fértil. Ese fenómeno natural ocasionado por el movimiento de las aguas y que consiste en el depósito de tierra en las riberas configura el aluvión del Danubio: un rico espacio donde numerosas especies endémicas de flora y fauna se asentaron.
El proyecto de la D4/R7 requirió un gran puente sobre el Danubio que permitiera conectar los puntos de entrada más utilizados al condado de Bratislava, con el riesgo que suponía atravesar las zonas protegidas por la Red Natura 2000 y el bosque aluvial. El puente se situó en las áreas de menor impacto, traspasando las zonas protegidas de 1-2 y dejando indemnes las de protección de 3-5. Además, se estableció el camino que requirió la mínima tala de árboles y se priorizó cruzar por terrenos agrícolas para evitar los forestales.
Armonizar la construcción del puente con la avifauna local ha sido uno de los grandes retos del proyecto. En la República Eslovaca, entre otras muchas aves, anidan y se reproducen las 5-10 parejas que quedan de águila de cola blanca (Haliaeetus albicilla), depredador extremadamente protegido muy sensible a las perturbaciones acústicas y a la presencia humana en general.
En colaboración con la State Nature Conservancy, Ferrovial vigiló la presencia y los periodos de anidación del águila de cola blanca para garantizar el mínimo impacto en su vida. Los trabajos más intensos y pesados sólo se permitieron durante la ausencia del águila y, en el periodo de anidación, se redujeron al mínimo todos los trabajos que generaban ruido y solo se trabajó con maquinaria de baja sonoridad. El puente cuenta con barrera acústica en toda su longitud.
El biotopo original de estas zonas protegidas es un bosque aluvial blando, formado principalmente por álamo blanco (Populus alba), aliso europeo (Alnus glutinosa) y sauce blanco (Salix alba). Para mitigar el impacto de la construcción en el hábitat terrestre se gestionaron varios grandes ecoductos sobre la infraestructura y muchas obras de drenaje más pequeñas que permiten el paso seguro de animales grandes y pequeños por debajo de la carretera. Asimismo, Ferrovial ha proporcionado refugios temporales en forma de paredes de arena para especies de aves protegidas, como el abejaruco europeo (Merops apiaster), y existe una fuerte cooperación con las autoridades en lo que respecta a la vigilancia de flores endémicas protegidas como el ranúnculo (Ranunculus lateriflorus) y varias especies de orquídeas.
Medidas compensatorias
Un total de nueve medidas compensatorios, cada una con diversos propósitos, se han diseñado y desplegado para mitigar el impacto de la construcción en el medio ambiente gracias a una estrecha colaboración entre Ferrovial, las autoridades competentes y organizaciones no gubernamentales. Ocho de las medidas compensatorias se sitúan en las inmediaciones de Bratislava y cerca de la futura autopista D4, mientras que la última está ubicada en el aluvión eslovaco del sur del Danubio, cerca de las fronteras húngaras.
En el proyecto de la Circunvalación de Bratislava, ha sido prioritario devolver a su estado natural original ecosistemas de bosque o pastizales en zonas fuertemente influenciadas por la industria humana y la agricultura.
Para salvaguardar la vida acuática, se construyó un canal artificial conectado al antiguo canal de Biskupice, abriendo muchos corredores transitables que permiten la migración de peces, tritones y otros organismos acuáticos. Probablemente, la más importante e impactante de las medidas compensatorias es la renovación del caudal del canal de Biskupice. Un proyecto complicado que posibilita restaurar el flujo de canales muertos del Danubio a su estado original ya que con el agua vuelve la vida acuática y la vegetación a sus riberas.
Una infraestructura sostenible
Las medidas compensatorias ambientales desarrolladas durante la construcción de la circunvalación tendrán un impacto positivo en el microclima de la zona que rodea a Bratislava. Suponen una mejora significativa de la biodiversidad de la flora y la fauna y la protección de la localidad contra la salinización, la deforestación y la desertificación. Este proyecto de construcción tiene un impacto positivo en el medio ambiente en general y demostrará ser una ventaja significativa a largo plazo en la lucha contra el cambio climático al mejorar la movilidad de toda la ciudad.
El proyecto D4/R7 comprende un total de 59 kilómetros repartidos en una nueva circunvalación con dos y tres carriles para cada sentido al sur de Bratislava (D4) y una autovía (R7) con dos carriles por sentido, desde el centro de la ciudad hacia el sureste. Está previsto que el conjunto de la obra esté finalizado en el segundo semestre de 2021 y la concesión de la infraestructura es por 30 años.