Greenpeace ha lanzado la "Guía de la Buena Madera" con el objetivo de promover y orientar sobre el consumo de madera. La guía está destinada a los sectores de arquitectura, decoración e interiorismo y otros colectivos que prescriben madera, como responsables de contratación en la administración pública, empresas constructoras, etc. Esta guía es la primera actividad de la campaña Salvar los bosques, salvar el clima, y pretende ser una herramienta para luchar contra la madera ilegal y la deforestación, responsables del cambio climático.
"Además de ejercer un consumo responsable de productos forestales, los ciudadanos debemos exigir a la Unión Europea que se tome realmente en serio la lucha contra la deforestación y que apruebe una ley que garantice que todos los productos de origen forestal presentes en el mercado provengan de fuentes legales y de un buena gestión forestal", ha declarado Miguel Angel Soto, responsable de la
Campaña de Bosques de Greenpeace España.
Elegir madera de forma correcta, la "buena madera", significa colaborar con la gestión responsable de los bosques que permite que éstos sigan manteniendo su función de fijar CO2, uno de los gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. La conservación y buen uso de los bosques es una de las acciones más eficaces para mitigar el cambio climático. También, consumir madera de origen sostenible contribuye al desarrollo económico de las zonas rurales, al mantenimiento de los pueblos indígenas y a la calidad de vida de las poblaciones que viven en y alrededor de los bosques.
Casi el 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero proceden de la deforestación y la degradación forestal. Una elección incorrecta, por tanto, puede tener una repercusión negativa para los bosques, en especial para aquellas especies que están amenazadas o que proceden de regiones afectadas por la mala gestión forestal, la tala ilegal, la deforestación, las guerras, las invasiones de territorios indígenas o la violación de los derechos humanos. Eligiendo la madera de una forma equivocada podemos estar colaborando con la desaparición de los bosques primarios ya que la explotación forestal es muchas veces una primera fase de un proceso de deforestación que transforma bosques vírgenes en terrenos agrícolas o pastos para el ganado. Una gran parte de la tala ilegal se produce en zonas de bosque primario.
La Guía de la Buena Madera ha seleccionado algo más de 30 especies muy comunes en el mercado español y las ha agrupado en cuatro grupos según los diferentes riesgos que se derivan de su grado de amenaza, de la región del planeta de donde proceden, de la existencia o no de problemas en sus bosques, de la existencia de conflictos bélicos, etc. Así, la guía establece cuatro categorías:
- Maderas recomendadas: maderas con sello FSC, la madera reciclada y el corcho.
- Maderas aceptables: castaño, haya, roble, pino silvestre y laricio, nogal, bambú, etc.
- Maderas problemáticas: abeto, alerce, hemlock, eucalipto, pino radiata, cedro rojo, etc.
- Maderas de alto riesgo: merbau, iroko, ipé, teca, wengué, jatoba, meranti, sapelli, etc.