(El Mundo).- La Universidad española lleva varios años esforzándose por aprobar con buena nota una de sus asignaturas pendientes: promover el desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente entre toda la comunidad universitaria.
Por ello, en los últimos años, se han llevado a cabo iniciativas que tratan de fomentar esa sostenibilidad entre los estudiantes, y que tienen como principal objetivo sensibilizar sobre la necesidad de proteger y respetar la naturaleza para garantizar un mejor futuro a corto, medio y largo plazo. La tarea no es fácil por el gran esfuerzo económico y de concienciación social que supone. Como ejemplo, los españoles consumimos el 200% de los recursos naturales que tenemos y nuestras casas gastan un 40% más de energía que las del resto de europeos.
Los rectores conocen estos hábitos e intentan modificarlos desde el campus, propiciando la construcción de instalaciones e infraestructuras que permitan al estudiante conocer de primera mano qué ventajas aporta el desarrollo sostenible.
Es el caso de la Universidad de Murcia, que lleva años potenciando valores y políticas medioambientales entre sus alumnos. En uno de sus cinco campus, el de Espinardo, pueden apreciarse varias de estas iniciativas: un pequeño parque eólico, una depuradora simbiótica, zonas ajardinadas con especies autóctonas, jardines de interés botánico...
Antonio Calvo-Flores es el vicerrector de Economía e Infraestructuras y uno de los máximos responsables en la potenciación de estas medidas: «Nos estamos tomando muy en serio el asunto de la sostenibilidad y nuestra misión principal es la de crear conciencia social entre nuestros alumnos, para que ellos luego la exporten allá donde vayan».
Convenio
El rector de la Universidad de Murcia, José Antonio Cobacho, ha dado un paso más al firmar un convenio con Emilio Botín, presidente del Banco Santander. Gracias a él, se consolidará un ambicioso proyecto: crear cerca de 600 plazas de aparcamiento cuyas marquesinas estarán formadas por placas solares, para así dar sombra a los vehículos y aprovechar la energía del sol.
Son muchas las ideas que han ido naciendo año tras año y que han podido aplicarse con éxito a diversos centros. Pero uno de los retos de la sostenibilidad sigue siendo que los nuevos campus sean sostenibles antes y durante su edificación. Un buen conocedor de este asunto es Pablo Campos, doctor arquitecto, profesor de la San Pablo-CEU y especialista en planificación y diseño de recintos universitarios.
«Un campus debe ser didáctico y sostenible por sí mismo. Dentro hay aulas donde se imparten estas enseñanzas, pero la arquitectura universitaria debe ser, por sí misma, un ejemplo que muestre la sostenibilidad como una actitud y un ejemplo a seguir», declara Campos.
Añade que una de los requisitos previos para construir un complejo sostenible es estudiar las características y condiciones del lugar donde va a ser edificado: «No hay soluciones universales. Hay que conocer de antemano las condiciones del terreno, la orientación de los edificios, las especies vegetales autóctonas... Una excelente idea para un campus en Santander podría ser un completo desastre para uno de Sevilla».
Son muchas las universidades españolas que promueven el desarrollo sostenible en sus campus. Ir a clase en bicicleta, mostrar los perjuicios de la producción de CO2, enseñar cómo funcionan las energías renovables o hacer uso de las mismas para disminuir el consumo de los propios centros son sólo algunas de esas ideas. Las iniciativas de las universidades de Vigo, Alicante y Autónoma de Madrid son un ejemplo de ello.
Placas solares
La Universidad de Vigo cuenta con un proyecto denominado Campus Verde que ha puesto en marcha un concurso de ideas para implantar estrategias de desarrollo sostenible e integrar energías renovables. A través de auditorías especiales, estudia si sus centros son sostenibles energéticamente y aplica medidas para mejorarlos. Un ejemplo es la idea de implantar placas solares para calentar el agua de las duchas en sus centros deportivos.
Observatorio ambiental
La Universidad de Alicante ha puesto en funcionamiento un Observatorio de Impacto Ambiental y Territorio que tiene como principal misión estudiar los diferentes problemas ambientales y ecológicos que se van detectando y proponer soluciones. Forma parte de este proyecto una docena de profesores e investigadores de diversas áreas relacionadas con este ámbito, no sólo en el campo de la ecología sino también del derecho, la geografía o las obras públicas.
'BICICAMPUS'
La Autónoma de Madrid trabaja principalmente en el área de promoción de energías renovables y ahorro energético. Uno de sus proyectos más ambiciosos es la futura instalación de paneles solares térmicos que permitirán calentar el agua de la piscina cubierta, actualmente aclimatada con gas natural. Además, en 2006 se colocaron en sus terrenos 30.000 árboles y espera poner en marcha, para el mes de noviembre, el proyecto Bicicampus, que promoverá la movilidad en bicicleta por todo el recinto.