La arquitectura sostenible surgió gracias al avance tecnológico yl aumento de la conciencia ambiental de los ciudadanos, y consiste en tener en cuenta criterios de sostenibilidad y ahorro energético en el diseño y la construcción de los edificios. Además también es uno de los objetivos, que estos edificios consuman lo menor posible durante su vida útil.
Es importante elegir correctamente la ubicación y la posición del edificio, para aprovechar al máximo posible los rayos del sol y la iluminación, y causar el menor impacto paisajístico. Además se pueden implantar en el edificio fuentes de energías renovables y sistemas de ahorro energético. En la construcción se debe utilizar materiales reciclables y ecológicos.
Según datos de la Comunidad Económica Europea las viviendas y el sector servicios son responsables del 40% del gasto energético, por lo que todas las actuaciones para reducir este consumo son importantes.
Fuente: Fundación Entorno
