(finanzas.com).- El Consejo de Ministros estudió hoy un informe del Ministerio de Medio Ambiente sobre la Estrategia para la Sostenibilidad de la Costa cuyo objetivo es promover un cambio en el modelo de gestión de la franja costera. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el Gobierno quiere abrir un debate con todos sectores implicados, el turístico, pesquero, agrícola, ONG y expertos, para "ganar la batalla de la protección medioambiental y el desarrollo sostenible".
En la rueda de prensa posterior al Consejo, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, estimó en 5.000 millones de euros el coste de recuperación física y natural sólo de las playas del Mediterráneo. "Cifra muy significativa pero que apenas si representa un 3 por ciento de los ingresos que se generan en el turismo costero anualmente", comentó.
Así subrayó que se consensuará el diagnóstico y se pondrán las bases y actuaciones para "frenar la intensa masificación en el litoral y combatir los efectos del modelo de desarrollo intensivo y la ocupación intensiva".
Va más allá de las demoliciones
En este sentido, aseguró que la estrategia va más allá de las acciones de demolición de construcciones ilegales en la zona de dominio público marítimo-terrestre de las costas, que su Departamento lleva realizando desde el inicio de la legislatura, con un presupuesto de unos 20 millones de euros anuales, y que "continuará" llevando a cabo.
Del mismo modo, señaló que también servirá de instrumento de concertación con ayuntamientos y comunidades autónomas de la zona de servidumbre, 100 metros obligatorios colindantes a las zonas de dominio público marítimo-terrestre, pero que algunas comunidades autónomas han extendido hasta 500 metros.
La estrategia, según explicó, persigue la protección y conservación de la integridad de los sistemas litorales y marinos; la garantía del acceso y del uso público a la costa para los usos comunes acordes con su naturaleza; y la recuperación y transformación del borde marítimo en los tramos urbanizados y degradados.
No obstante, señaló que de poco o nada servirían estas actuaciones si no vienen acompañadas de decididas estrategias de freno de la ocupación urbanística del litoral y cambio del modelo económico del territorio que circunda las zonas a recuperar.
Para conseguirlo, el Ejecutivo considera necesario poner en marcha actuaciones estratégicas tendentes a la recuperación de la integridad física y natural de los ecosistemas costeros, así como al análisis de terrenos cuyas características aconsejen su adquisición para su posterior integración en el dominio público. El coste estimado de las acciones inicialmente contempladas dentro de esta categoría de actuaciones estratégicas se cifra en otros 5.000 mil millones de euros.
Así, se llevará a cabo una primera fase de participación y debate público de la Estrategia en el que se abordará la problemática y retos del litoral español en su conjunto para, de este modo, poder definir unas estrategias comunes que puedan ser desarrolladas en ámbitos autonómicos y municipales de acuerdo con sus situaciones específicas y las competencias que cada cual tiene asignadas.
Situación del litoral
Según el diagnóstico del Ministerio de Medio Ambiente, la presión de usos y la ocupación generalizada de la franja costera desde hace varias décadas han originado el estado actual de la misma, y la percepción generalizada del "desbordamiento" de la capacidad de carga de la costa, al declive de ciertos modelos de uso de la misma y a la paulatina degradación de sus valores naturales.
Así, señala que en algunas comunidades autónomas más del 75 por ciento de los terrenos colindantes al mar son urbanos o urbanizables y casi el 25 por ciento del litoral es costa artificial. Esta presión es especialmente relevante en las playas del arco mediterráneo donde casi un 60 por ciento de las mismas están en entornos ya urbanizados y el 50 por ciento de la longitud de las mismas, esto es, más de quinientos kilómetros de playas, requieren de actuaciones para alcanzar un buen estado.
Además, existe una gran concentración de habitantes, pues el 44 por ciento de la población española vive en los municipios costeros que apenas representan el 7 por ciento del territorio; masiva afluencia de turistas, ya que el 80 por ciento de los casi 60 millones que visitan España al año eligen la costa para sus vacaciones. Junto a ello, destaca que las actividades económicas que genera el masivo uso y ocupación de esta estrecha franja, han hecho que ricos e importantes ecosistemas y hábitats en ella presentes se hayan degradado a gran velocidad.
A todo lo anterior, según Narbona, hay que añadir el desafío derivado del cambio climático, que en pocas décadas reducirá sustancialmente la anchura de la mayor parte de las playas. Para el año 2050 se habrá producido un retroceso medio de quince metros en el conjunto de las playas españolas y valores de más del doble en algunas playas concretas. "Es evidente que el modelo de uso y gestión de la costa desarrollado en las últimas décadas no es sostenible. Es necesaria la colaboración de las diferentes Administraciones y sectores sociales para acometer una gestión integrada de la zona costera protegiendo sus valores naturales, sin renunciar al bienestar y a la prosperidad actual y futura", concluyó.