Los edificios de la Unión Europea concentran el 40% del consumo total de energía y el 36% de las emisiones de CO2. Una regulación más ambiciosa permitiría a los ciudadanos ahorrar cerca de 270 mil millones de euros anuales en costes de energía y evitar la emisión de 460 millones de toneladas de CO2 al año, lo que supone más de lo que la Unión Europea se comprometió a reducir en el Protocolo de Kioto. Por esta razón, disminuir el consumo de energía de los edificios debe formar parte de la política energética y climática comunitaria. Algunos países como Reino Unido o Francia ya han aprobado políticas nacionales encaminadas a la reducción de las emisiones y el consumo de energía de sus edificios de aqui a 2020.
Para algunos expertos, el verdadero reto del sector de la construcción es modernizar el parque edificatorio existente. La mitad de las viviendas en España tiene más de 30 años y gran parte de ellas carece por completo de los requisitos mínimos para limitar su demanda de energía. Mientras que en 2007 la rehabilitación supuso una media del 41% de la inversión total en la Unión Europea, en nuestro país no se superó el 24%. Una de las mayores barreras en España es la falta de incentivos para invertir en eficiencia energética.
Fuente: Ecoticias.com
