El objetivo de esta nueva norma europea es prevenir la generación de residuos de pilas y acumuladores, que contienen metales nocivos para la salud y el medio ambiente, facilitar su recogida selectiva y garantizar su correcto reciclaje. Con la recogida y el reciclaje se evita que los productos nocivos lleguen al medio ambiente y se permite el ahorro de energía y recursos naturales. La directiva incluye restricciones al uso de mercurio en estos productos y de cadmio en pilas y baterías portátiles.
Los Estados miembros de la Unión Europea, deberán cumplir unos índices mínimos de recogida de pilas y baterías: el 25% para el año 2012 y el 45% para el 2016. Además, después de la recogida, estas pilas y baterías, se someterán al tratamiento y reciclado, mediante sistemas que deberán cumplir con unos niveles mínimos de eficiencia. Esta novedad, pretende promover la innovación.
Fuente: Europa Press
