El biometano se produce a partir de residuos orgánicos mediante un proceso neutro en emisiones de CO2. En este caso se obtiene en depuradoras de agua. Este combustible es muy poco contaminante y más barato que el diésel.
Se calcula que a partir del verano de 2010 aproximadamente 80 autobuses de Oslo utilizarán biometano emitiendo un 78% menos de óxidos de nitrógeno y 98% menos de partículas finas que el diésel, dos contaminantes causantes de diversos problemas respiratorios.
Las autoridades de Oslo prevén ampliar esta iniciativa a otras depuradoras y a plantas de residuos alimentarios, para proporcionar biometano a los 400 autobuses públicos que circulan por la capital noruega. Si esto ocurriera, se lograría una reducción de las emisiones de CO2 de 30.000 toneladas al año.