Se ha inaugurado la base polar belga Princesa Isabel en el este de la Antártida, que funciona únicamente con energía solar y eólica. Los que han participado en este proyecto afirman que el hecho de que sea viable una construcción que no produzca emisiones en un lugar tanfrío y remoto como la Antártida, prueba que se tienen la capacidad, la tecnología y el conocimiento para hacerlo en cualquier parte del mundo.
La base cuenta con molinos eólicos y paneles solares para abastecerla de energía y agua caliente. Además, la utilización de microorganismos permite la reutilización de aguas residuales de duchas y aseos. El diseño de las ventanas ha sido pensado para conservar la energía.