La invención supone un gran avance en los materiales de revestimiento y la construcción sostenible, y su proceso de fabricación permite además, la utilización de un residuo tan común como dañino al medio ambiente como es el aceite usado.
El revestimiento se obtiene procesando aceite vegetal usado (por ejemplo el de cocina), junto con un aditivo capaz de controlar los niveles de emisión infrarroja y de formar un polímero líquido que se endurece como un plástico. El producto es virtualmente inodoro, no tóxico e ignífugo y puede fabricarse en cualquier tono, desde claro a oscuro.
El invento, puede adaptarse a cualquier tejado y es capaz de modificar su comportamiento, absorbente o repelente de la radiación, en función de las condiciones climáticas del momento.
Las pruebas llevadas a cabo con tejas de asfalto laminado demostraron que el nuevo revestimiento reduce la temperatura del tejado entre un 50 y un 80% cuando hace calor, y la aumenta hasta en un 80% cuando hace frío, en comparación con un tejado claro.
Su inventor Ben Wen (perteneciente a la Sociedad Americana de Química), espera poder comercializar el producto de aquí a tres años e indicó que su precio será inferior al de los revestimientos utilizados en la actualidad en los tejados claros.
Fuente: elmundo.es