Éste es el objetivo del estudio realizado por Food Ethics Council, denominado "Water labels on food, issues and recommendations". Esta entidad británica promueve una política alimentaria sostenible.
En el estudio se incluyen algunos datos interesantes como que en los países occidentales cada ciudadano consume una media anual de un metro cúbico de agua para beber, 100 en tareas domésticas y 1.000 en la producción de alimentos. Además incluye los consumos derivados de la producción de algunos productos como una taza de café, que requiere 140 litros de agua, un kilo de carne de buey que requiere 16.000 litros o un kilo de pan que requiere 1.330 litros.
Es imprescindible que el consumidor tenga información sobre los impactos sobre el medio ambiente del producto que consume, para que pueda elegir de forma consciente y resposable.
Algunas organizaciones ecologistas están trabajando en la introducción de una etiqueta para los productos alimentarios que informe sobre el consumo inducido de agua durante todo el ciclo de elaboración de los mismos.
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente