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El fabricante aeronáutico europeo Airbus ha lanzado un programa de investigación de carburantes sintéticos que abre la puerta al uso de la biomasa en aviones.
El primer vuelo de prueba se ha realizado con su modelo gigante 'A380', que utilizó queroseno mezclado con un combustible sintético obtenido de gas.
El programa, en el que participan por ahora, además de Airbus, la compañía petrolera Shell, el fabricante de motores Rolls Royce y la compañía aérea Qatar Airways, se marca como primer objetivo realizar los primeros vuelos comerciales con una mezcla de este combustible sintético al 50% a partir del año próximo.
A más largo plazo, el responsable de combustibles alternativos de Airbus, Sebastien Rémy, señaló en una conferencia de prensa en las instalaciones del grupo en Filton (Reino Unido) que la meta es, para el año 2025, usar un componente alternativo al queroseno en un 25% del carburante de los aviones.
Y si, para 2015, una nueva generación de bio-combustibles dejara de competir con la producción de alimentos, Rémy dijo que en 2030 un 30% del queroseno de la aviación podría ser obtenido de biomasa.
"A la larga, la idea sería poder fabricar queroseno a partir de biomasa", explicó el jefe del equipo de pruebas de Airbus, Fernando Alonso, que precisó que el vuelo de hoy "es el primer paso de un trabajo que va a durar muchos años".
Alonso subrayó que el recurso a la biomasa con esos bio-combustibles de segunda generación que no hagan la competencia a la producción de alimentos permitiría reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), causantes del efecto invernadero.
La prueba se realizó con un vuelo de tres horas de un 'A380' entre Filton, en el sur del Reino Unido, y la sede de Airbus en Toulouse, al sur de Francia.