El departamento de bioingeniería y arquitectura de la universidad de Berkeley, ha desarrollado una delgada biomembrana, capaz de sustituir los actuales sistemas de control climático en los edificios.
La membrana actúa del mismo modo que lo hace la piel humana, pero en éste caso sobre los edificios, y sus propiedades materiales permiten una regulación sin elementos electrónicos o mecánicos, un equilibrio entre la concentración de humedad, calor y luz que incide sobre la construcción.
El sistema prototipo de Cubierta para Edificios Auto-Regulada (SABER, según sus siglas en inglés), reacciona ante los cambios atmosféricos con la activación de unas micro aberturas en la membrana. La bioestructura está compuesta por dos filas de células que reaccionan ante la radiación solar exterior y la humedad desde el interior del edificio.
La primera fila de células, embebidas en la matriz con unos hidrogeles foto-activados, se contraen al incidir la luz sobre ellas y permiten la apertura de unos micro conductos que facilitan el flujo de aire dentro de la construcción cuando la luz recibida es mayor.
Por otra parte, la segunda fila de células posee un polímero hidroreactivo que se expande cuando aumenta la humedad ambiental, y abre unas microválvulas que permiten la entrada de aire, con el mismo mecanismo que los estomas en las hojas de las plantas.
La energía utilizada para la climatización en los edificios es responsable de aproximadamente un tercio del consumo en edificación. Este proyecto podría ser pionero en la eliminación de sistemas de regulación climática en los edificios para suministrar calefacción, refrigeración y control de humedad.
Fuente: Clean-Technica
La membrana actúa del mismo modo que lo hace la piel humana, pero en éste caso sobre los edificios, y sus propiedades materiales permiten una regulación sin elementos electrónicos o mecánicos, un equilibrio entre la concentración de humedad, calor y luz que incide sobre la construcción.
El sistema prototipo de Cubierta para Edificios Auto-Regulada (SABER, según sus siglas en inglés), reacciona ante los cambios atmosféricos con la activación de unas micro aberturas en la membrana. La bioestructura está compuesta por dos filas de células que reaccionan ante la radiación solar exterior y la humedad desde el interior del edificio.
La primera fila de células, embebidas en la matriz con unos hidrogeles foto-activados, se contraen al incidir la luz sobre ellas y permiten la apertura de unos micro conductos que facilitan el flujo de aire dentro de la construcción cuando la luz recibida es mayor.
Por otra parte, la segunda fila de células posee un polímero hidroreactivo que se expande cuando aumenta la humedad ambiental, y abre unas microválvulas que permiten la entrada de aire, con el mismo mecanismo que los estomas en las hojas de las plantas.
La energía utilizada para la climatización en los edificios es responsable de aproximadamente un tercio del consumo en edificación. Este proyecto podría ser pionero en la eliminación de sistemas de regulación climática en los edificios para suministrar calefacción, refrigeración y control de humedad.
Fuente: Clean-Technica
