En la obra de restauración que Ferrovial Agromán está ejecutando en UTE con Edificaciones Villanueva en la Iglesia de Santa Catalina, en Badajoz, han sido descubiertas cámaras funerarias de origen cristiano datadas en los siglos XVII y XVIII. En el proceso de excavación han surgido asimismo restos de una iglesia anterior que se encuentra a la espera de ser fechada y clasificada por la Junta de Extremadura.
La Iglesia de Santa Catalina, levantada en el siglo XVI frente a lo que hoy es el Museo de la Ciudad Luis de Morales, es una de las iglesias más famosas y antiguas de Badajoz y por ello lugar de enterramiento de personajes ilustres y miembros de familias notables de la ciudad durante los siglos XVII y XVIII, de acuerdo con las costumbres de patrocinio de la nobleza.
Desde el punto de vista artístico, el edificio supuso la introducción en la provincia de Badajoz de la arquitectura jesuítica tras su remodelación.
La estructura funeraria que de momento ha brotado del suelo de la Iglesia de Santa Catalina -ya que solo se ha hecho la excavación de aproximadamente la mitad de la superficie de la iglesia- se concentra en la nave central. Está formada por una cripta en forma de ‘L’ a la que se accede por escalera y que contiene cinco cámaras funerarias, a su vez subdivididas en varias estancias que probablemente tenían un uso familiar compartido, similar al del panteón. Las cámaras más importantes son las que están más próximas al altar, lo que se determinaba en función de la preeminencia familiar o de la aportación al mantenimiento del templo. Las dimensiones de las cámaras son de 1,70 de ancho, de entre 1,50 y 1,60 de alto y aproximadamente 5,00 me de longitud.
En el crucero del templo, junto a la cripta, se han excavado otras dos sepulturas a modo de fosa que eran destinados a entierros secundarios. Constan de varios osarios y se construían normalmente para ganar espacio de cara a nuevos enterramientos.
La excavación se está realizando de forma manual, retirando capas de aproximadamente 10 cm. Según palabras de Alejandro Rodríguez Santa, Gerente de la UTE:
«Aunque el avance parezca lento, debemos prestar atención a los cambios en la coloración del terreno que delatarían la aparición de nuevas estructuras, huesos o material cerámico. Mensualmente el arqueólogo responsable realiza un informe que remite a la Dirección General de Patrimonio de la Junta extremeña, donde se detallan las excavaciones realizadas y los hallazgos encontrados. Este proceso ralentiza la ejecución pero asegura la correcta conservación del patrimonio que después podrá ser visitado».
El proyecto cuenta con un equipo de gestión formado por técnicos del Ayuntamiento de Badajoz, responsables de arqueología de la Junta de Extremadura y miembros del equipo de la UTE que «una vez terminada la parte arqueológica, iniciará la restauración y consolidación de los muros y las pinturas que se encuentran en las capillas, así como del serigrafiado de la bóveda y la fijación de las pinturas del altar», comenta Javier García, Subdirector de Madrid Edificación II y Extremadura.
El equipo de Ferrovial Agroman, dependiente de Juan Luis Junguito y Javier García, está formado por Alejandro Rodríguez Santa y el Encargado de Obra, Pedro Carranza.