www.elmundo.es.- El Ministerio de Justicia de Brasil ha resuelto un litigio entre la multinacional Aracruz y Celulosa y las comunidades guaraní y Tupinikim a favor de estos últimos. Según los dos decretos publicados esta semana, 11.000 hectáreas de tierras del Estado de Espírito Santo deberán agregarse a las que conforman la reserva propiedad de los indios; lo que, en la práctica, impedirá su explotación maderera.
Al conocer la noticia Amnistía Internacional se ha felicitado por la decisión del ministerio. Según la ONG, el conflicto ya había tenido consecuencias sobre las comunidades: "años de incertidumbre sobre la situación de estas tierras han dejado a las tribus Tupinikím y Guaraní vulnerables a la violencia y a la intimidación".
Aracruz está presente en la zona desde la década de 1960. Los conflictos entre la multinacional y las tribus indias han sido muy numerosos. Aracruz tenía previsto dedicar esas tierras a la plantación de eucaliptos que proveyeran de materia prima a sus plantas de celulosa. Una portavoz de la empresa declaró que la decisión del ministerio había sido "sorpresiva", pues estaban en negociaciones con la Agencia de Asuntos Indígenas del Gobierno. Según señaló, se está evaluando la posibilidad de interponer acciones legales.
Amnistía afirma que espera que la decisión sirva como precedente para casos similares, especialmente en el Estado Mato Grosso do Sul, donde, según la ONG, muchas tribus sufren de violencia y pobreza debido a disputas por la tierra.