La Comisión Europea ha adoptado una comunicación en la que se especifica el papel que deberían desempeñar las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) por lo que respecta a mejorar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono de Europa. Se presta gran atención a la necesidad de reforzar la investigación sobre las TIC con objeto de mejorar la eficiencia de los componentes informáticos, así como las redes de suministro energético, los hogares, los edificios y los sistemas de alumbrado de Europa.
Esta comunicación, titulada «Addressing the challenge of energy efficiency through Information and Communication Technologies» (Afrontar el reto de la eficiencia energética mediante las tecnologías de la información y las comunicaciones), sigue la línea del objetivo global de la Unión Europea de transformarse en una economía de gran eficiencia energética y de bajas emisiones de carbono. Para ello es imprescindible disociar la continuidad del crecimiento económico y el consumo de energía.
Se calcula que, si no varía nada, el consumo energético de la UE habrá aumentado en un 25% de aquí a 2012, lo que acarrea un incremento sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero. «Pero diversos avances ofrecen la posibilidad de modernizar la economía europea y avanzar hacia un futuro en el que la tecnología y la sociedad estarán en sintonía con las nuevas necesidades y en el que la innovación da lugar a nuevas oportunidades», según la Comisión. «Las TIC no sólo mejorarán la eficiencia energética y contrarrestarán el cambio climático, sino que también promoverán el desarrollo de un gran mercado vanguardista de tecnologías de gran eficiencia energética y basadas en TIC que impulsarán la competitividad de la industria europea y crearán nuevas oportunidades de negocio.»
Para poner en marcha este proceso, la Comisión insta a investigar formas de mejorar la eficiencia energética en varias áreas específicas, empezando por las propias TIC. «La industria de las TIC se encuentra en una posición extraordinaria para asumir el liderazgo por lo que respecta a reducir su huella, [...] siendo la primera en encontrar y crear soluciones eficaces que sirvan de ejemplo para otros sectores socioeconómicos», se lee en la comunicación.
Así pues, la investigación debería centrarse en nuevas tecnologías y aplicaciones de TIC que posean un gran potencial de eficiencia energética, así como en reducir la intensidad energética de las tecnologías y los componentes de TIC actuales, incluidas las pantallas de ordenador y la electrónica de potencia.
En el documento de la Comisión también se hace hincapié en que el sector de las TIC se esfuerce para gestionar mejor la red de suministro energético de Europa. El sector de la transformación de energía, dominado por la generación de electricidad, consume alrededor de un tercio del total de la energía primaria. Para lograr ahorros energéticos, la investigación deberá concentrarse en disciplinas transversales como los componentes de maquinaria, el seguimiento y el control, la gestión de sistemas complejos de potencia, la tecnología de contadores inteligentes y la generación distribuida. La Comisión sugiere que este esfuerzo venga respaldado por un intercambio de buenas prácticas y pruebas piloto a gran escala relativas a los sistemas de generación distribuida basados en TIC.
Más de 40% del consumo energético de Europa está relacionado con el sector de la construcción. Puesto que los mayores ahorros pueden conseguirse en los edificios de viviendas y comerciales, la Comisión propone que la investigación se centre en sistemas de gestión de la energía orientados a edificios tanto nuevos como viejos. Estos sistemas de gestión de la energía, que abarcan los contadores inteligentes y la visualización avanzada, permiten recoger datos constantemente sobre lo que ocurre en determinado edificio y el funcionamiento de su maquinaria e introducir esos datos en un sistema de control cognitivo cuyo objetivo es optimizar el consumo de energía. La Comisión confía en que, concienciando mejor a la sociedad con respecto a la importancia de reducir el consumo de energía, estos sistemas impulsarán cambios de conducta tanto en hogares como en empresas.
Se calcula que alrededor de la quinta parte del consumo mundial de electricidad se destina a alumbrado, un área que presenta un gran potencial de ahorro. Por consiguiente, la Comisión fomentará la investigación en torno a una iluminación más inteligente en interiores y exteriores. Un campo prometedor que ya se está desarrollando son los diodos orgánicos emisores de luz (OLED), que pueden emplearse para iluminación a gran escala.
Los OLED presentan la ventaja de poseer una superficie emisora de luz uniforme y, al mismo tiempo, de tener una gran eficiencia energética y no ser nocivos para el medio ambiente. Por lo que respecta a alcanzar estas metas de investigación, desempeñarán un papel fundamental el Séptimo Programa Marco y los programas nacionales de investigación, según la Comisión. Asimismo, se recomienda brindar apoyo para poner en práctica los resultados de esta investigación a través de programas nacionales y regionales, el Programa para la Innovación y la Competitividad de la UE y otros programas en marcha pertinentes.
cordis.europa.eu Madrid