(Europa Press).- Los grandes hoteles, que consumen más de 1.500 toneladas equivalentes a petróleo (tep) con un coste de más de 400.000 euros, si usaran las debidas medidas de ahorro energético, tendrían un ahorro económico de hasta un 40 por ciento y un 30 por ciento de energía primaria, lo que supone dejar de emitir a la atmósfera casi 5.000 toneladas de CO2, según los datos aportados por la Agencia Andaluza de la Energía (AAE).
Además, según la información recogida por Europa Press, los hoteles pequeños con un gasto de energía primaria de alrededor de 100 tep, con un coste de aproximadamente 40.000 euros, con las debidas medidas de eficiencia energética, podrán ahorrar más de un 15 por ciento en energía y hasta un 30 por ciento en su factura.
Esta situación sería la resultante de invertir alrededor de 50.000 euros, amortizados en unos cinco años, y con los que se conseguiría una reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera de hasta el 80 por ciento.
Esta situación se derivaría de realizar unas inversiones, amortizadas a medio plazo, en la instauración de medidas como la instalación de paneles solares térmicos, de sensores de luz, calderas de biomasa o la sustitución de las lámparas de mercurio por las de vapor de sodio, que supone un ahorro energético de hasta un 80 por ciento, entre otros, debido al ahorro que suponen.
Así, las bombillas eficientes consumen un 80 por ciento menos de electricidad y tienen una vida media de 12.000 horas frente a las 1.000 horas de durabilidad de las bombillas incandescentes. Una lámpara de bajo consumo de 11 vatios ilumina más y gasta lo mismo que una convencional de 60 vatios, procurando un ahorro en su vida útil de 76 euros por unidad.
Además, la instalación de unos seis metros cuadrados de captadores solares provocarán un ahorro económico de 3.600 euros al año, energético de 9.100 kilovatios hora al año, y de emisiones de CO2 de 11.800 kilogramos al año. Así, si los metros instalados alcanzan los 250 metros cuadrados, se dejan de emitir a la atmósfera alrededor de 128.000 kilogramos de dióxido de carbono al año, gastando 17.600 euros al año y casi medio millón de kilovatios hora al año menos.
Estas iniciativas han sido presentadas por la Junta ante el sector hotelero sevillano, así como las distintas medidas impulsadas a través de la Orden de Incentivos Energéticos de la Consejería de Innovación para optimizar el gasto energético y aprovechar al máximo las fuentes de energía renovables en las instalaciones.
Estas jornadas son fruto del convenio entre el director general de la Agencia Andaluza de la Energía, Francisco Bas, y el presidente de la Federación Andaluza de Hostelería (FAH), José Manuel Ledesma, para maximizar esfuerzos en la difusión e implantación de medidas de ahorro, eficiencia energética y fomento de las energías renovables en el sector de la hostelería.
Mediante este convenio marco, ambas entidades desarrollarán actuaciones que permitan hacer llegar al sector las acciones que en materia de política energética desarrolle la Junta de Andalucía y las ventajas y oportunidades que se les pueden ofrecer. Por ejemplo, la Orden de Incentivos de 11 abril de 2007, que incentiva hasta con un 50 por ciento los proyectos de Pymes encaminados a conseguir los objetivos señalados.
Según el delegado provincial de Innovación, Ciencia y Empresa en Sevilla, Francisco Álvaro Julio, con estas iniciativas, se pretende crear un nuevo modelo energético "más eficiente, diversificado y compatible con el desarrollo económico de este sector en la provincia" y aseguró que existe aún un amplio margen de actuaciones que se pueden llevar a cabo en las infraestructuras hoteleras de Sevilla.
"Hay que afrontar estrategias de intervención que además de incrementar la competitividad de los establecimientos contribuyan a disminuir la contaminación ambiental", concluyó.