Narbona espera que el mandato de Bali sea «el más exigente» y duda de que EEUU acepte cifras de reducción de CO2

(Europa Press).- La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, advirtió hoy de que "la obligación" de la Unión Europea es procurar que en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Bali se logre un mandato "lo más exigente posible", aunque también manifestó sus "dudas" al respecto de que Estados Unidos "esté dispuesta a que aparezca una cifra de rango de reducción de emisiones". En un encuentro con medios de comunicación en la isla indonesia de Bali, donde se celebra la cumbre, Narbona avanzó que "hasta el último momento" se mantendrán las dos posturas sobre compromisos de reducción y dijo creer "con toda seguridad" que finalmente se producirá un mandato, aunque reconoció que "otra cosa distinta es que se haga una referencia" en él a las cifras de reducción de CO2. "Creemos que Estados Unidos no dará el paso más amplio", admitió, además de apuntar que actualmente Canadá "también está en esa lógica", aunque insistió en que "no se puede hablar de bloqueo" en las negociaciones por el momento. Así, recordó que en anteriores cumbres los acuerdos se alcanzaron a última hora, incluso "de madrugada". En esa línea, la ministra se mostró convencida de que "va a haber un enorme esfuerzo de todas las partes" y recordó que hasta ahora se ha producido una "preparación para la decisión política", ya que a partir de hoy se incorporan a la reunión de Bali los ministros de Medio Ambiente de los países participantes, que serán los encargados de cerrar los acuerdos. La titular de Medio Ambiente, que encabeza una delegación española de 40 personas, reiteró que el actual es "el mejor contexto" que ha tenido nunca una cumbre del clima y consideró que es "pronto para hablar de líneas rojas" que debe establecer la Unión Europea como mínimos en la negociación. En ese sentido, avanzó que será mañana cuando se reúna con los ministros del ramo del resto de países de la UE.

Situación de las negociaciones

Tras lo apuntado por la ministra, la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Teresa Ribera, dio cuenta de en qué punto se encuentran las negociaciones de los países para lograr un mandato que dé pie a desarrollar la segunda fase del Protocolo de Kioto. Así, explicó que de los tres procesos de negociación "el que ha ido más lento" es el relativo al artículo 9 del protocolo, referido a la eficacia de su cumplimiento. De todas formas, explicó que existe la posibilidad de que en ese contexto se encauce una propuesta rusa sobre la aportación de compromisos de reducción de carácter voluntario por parte de los países en desarrollo, que hasta ahora no ha sido bien recibida por algunos Estados. "Siempre es complicado administrar un escenario en que Rusia se pueda sentir despreciada", advirtió. En todo caso, destacó que los rusos no han planteado "ninguna actitud compleja" en relación a los rangos de reducción de emisiones, como sí lo han hecho Canadá y Japón, ya que concretamente este último "es enormemente cauto a la hora de asumir cifras concretas", aunque ha mostrado "una actitud constructiva", según Ribera. "Canadá es la que quizá está expresando más cautelas respecto a la idea de fijar compromisos multilaterales", concluyó.

Jornada en Bali

En el día de hoy, Narbona tuvo oportunidad de asistir a un evento organizado por España en el marco de la cumbre, relacionado con la incidencia del cambio climático en las zonas costeras, un asunto en el que España es "una referencia para otros países", especialmente en lo relativo a la legislación sobre costas, de la que no disponen todos los Estados. La ministra explicó que también mantuvo una reunión bilateral con el ministro de Medio Ambiente de Ucrania, país con el que España establecerá un memorándum de entendimiento que permitirá "aprovechar el protocolo de Kioto de forma distinta", ya que España adquirirá reducciones de emisiones a Ucrania y el gobierno de este país destinará los fondos resultantes a mejoras de eficiencia energética. Finalmente, también en la jornada de hoy, la primera que pasa en Bali, se reunió con los responsables de la Unesco en Indonesia, concretamente con los encargados de los sistemas de alerta oceanográfica, a los que trasladó su "satisfacción" por la "eficacia demostrada" ante un seísmo que se produjo el pasado mes de septiembre en la zona y que podía haber producido consecuencias similares a las del tsunami que azotó la Indonesia en 2004.