MADRID, EFE.- La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, considera que todavía habrá "algunos que les parezca una estupidez" y "una exageración" el medio ambiente, al igual que ocurría en su momento con la paridad entre hombre y mujer, pero "ya no se atreven a decirlo".
En una entrevista con Efe, la ministra señaló que "habrá algunos que les parezca una estupidez, pero ya no se atreven a decirlo. Es más, es lo política y socialmente correcto".
"Todavía habrá muchas personas que digan que es una exageración esto del medio ambiente, pero ojo, que el mercado lo está empezando a pedir", advirtió.
A este respecto, recalcó que la última encuesta realizada por el CIS para el Ministerio de Medio Ambiente revelaba que más del 80% de los españoles cree que hay un proceso de cambio climático y ponía también de relieve que los temas que más interés suscitan son la ecología y el medio ambiente y los avances médicos.
No obstante, los encuestados consideraban que no hay suficiente información sobre medio ambiente y solicitaban más.
A su juicio, esto indica que un tema que hasta hace poco en nuestro país se veía como marginal, propio de movimientos radicales y utópico, está dejando de serlo y que la gente empieza a creer que "no tener en cuenta determinados aspectos naturales es una locura".
La ministra se mostró "relativamente satisfecha" con las políticas de lucha contra el cambio climático, pero consideró que hay que seguir tomando más medidas, una tarea que será no sólo de esta legislatura sino de las siguientes, porque "estamos en un camino sin retorno".
Recordó que el año pasado por primera vez en España se redujeron las emisiones de CO2 coincidiendo con un incremento del PIB, una tendencia que hay que "fortalecer", porque "estamos muy lejos de alcanzar los objetivos" del Protocolo de Kyoto de lucha contra el cambio climático.
Insistió en que es "urgente" adaptarnos a los efectos del cambio climático, porque ya se están produciendo, e intentar que sea menos intenso en el futuro de lo que será si no cambiamos nuestras pautas energéticas, utilizando cada vez menos combustibles fósiles.
Además, destacó que se han perdido algunos elementos de la arquitectura tradicional y hábitos personales "pensando que no tenían importancia" y que habría que recuperar para hacer frente a ese fenómeno.
Puso el ejemplo de las casas antiguas concebidas para aislar térmicamente el interior de la vivienda y para crear corrientes de aire naturales sin necesidad de utilizar ningún tipo de aparato.
La ministra recordó también los yogures de cuando ella era pequeña en envase de cristal que había que devolver a la tienda o el uso del botijo para mantener el agua fresca sin tener que usar el frigorífico.
Todo esto, según Narbona, "es una muestra de hasta qué punto nos hemos ido alejando de una actitud prudente en la consideración del medio natural" y de que hemos creído que la naturaleza está supeditada a nuestros comportamientos, cuando "es más bien al contrario".
Para Narbona, en España, donde el crecimiento económico y el cambio social y cultural han sido tan rápidos, se tiende a "identificar demasiado el progreso material con el auténtico bienestar".