Esta nueva tasa se aplicará a la gasolina, el gas y el carbón a partir de 2010, tanto para los particulares, como para las empresas no sometidas al sistema europeo de intercambio de cuotas.
Según cálculos de los expertos que han trabajado en esta propuesta, el nuevo impuesto se aplicaría a 260 millones de toneladas de CO2 emitidas anualmente, de las que 133 corresponden a la gasolina, 64 a la vivienda, 31 a los edificios del sector terciario y 24 a la industria.
Según los expertos esta medida tiene la intención de cambiar hábitos de consumo. Han recomendado un precio de 32 euros por tonelada de CO2, lo que encarecería la gasolina por ejemplo, siete céntimos por litro. El Estado ingresaría entre 8.000 y 9.000 millones de euros, que según el ejecutivo se dedicarán a aplicar rebajas fiscales o cheques verdes para particulares y empresas o a formar un fondo ecológico para financiar nuevas iniciativas medioambientales.
La principal crítica es que los más perjudicados por esta medida serán las poblaciones más humildes, en concreto las rurales, mucho más dependientes de los combustibles gravados.
Fuente: elpais.com
