Budimex, el brazo constructor de Ferrovial Agroman en Polonia y Centroeuropa, cumple 40 años. La compañía, que se incorporó a Ferrovial en 2000, cuenta con una cartera cercana a los 1.000 millones de euros y el año pasado facturó 833 millones. La empresa está comprometida con el desarrollo de Polonia y cuenta con una relevante presencia fuera del país. Ha participado en grandes obras en todo el mundo como la construcción durante los 80 de una carretera de 1.200 kilómetros en Irak.
En los últimos años, el crecimiento de Budimex ha sido uno de los motores de la división de construcción de Ferrovial. Budimex fue creada hace 40 años como Central del Comercio de Construcción Internacional Budimex. Se privatizó en 1992 y tres años más tarde ya cotizaba en bolsa de los títulos de Varsovia. Miles de inversiones ejecutadas en decenas de países en tres continentes son la muestra palpable de su éxito.
Las viviendas, los edificios de oficinas, las terminales de aeropuertos, autovías, construcciones industriales y comerciales son hoy en día prueba de su versatilidad y profesionalidad. Ferrovial posee desde 2000 más de la mitad del capital accionarial. La entrada de Ferrovial sirvió para unir el know-how y la posición en el mercado internacional de la firma española con la experiencia y contactos de Budimex en los mercados de Polonia y los países de la Europa Central y del Este. Gracias a la incorporación de Ferrovial, Budimex ha ampliado sus posibilidades de expansión y ha ensanchado su horizonte de actuación.
Durante 40 años los esfuerzos de la empresa se han centrado en la creación de la mejor oferta más diversificada. Esto le ha permitido una gran independencia de los altibajos en la coyuntura en sectores concretos. Gracias a un inversor como Ferrovial, Budimex pudo ampliar significativamente su oferta, que actualmente incluye construcciones de edificios, centros comerciales, aeropuertos y construcción de otras infraestructuras civiles como autovías, depuradoras y vertederos.
Budimex es una empresa madura y con experiencia. Basándonos en un dicho polaco, «la vida empieza después de los cuarenta», el futuro de la empresa se presenta muy interesante.