Ferrovial Servicios ha participado en el informe ‘Smarter Cities 2025: Building a sustainable business and financial plan’ donde se asegura que, en cinco años, las ciudades inteligentes pueden elevar la renta per cápita un 21% y aumentar la población un 13%.
La consultora ESI ThoughtLab ha publicado las conclusiones principales de un estudio comparativo entre 136 ciudades de todo el mundo que desvela que la inversión en ciudades inteligentes impulsará el crecimiento económico de las grandes urbes al movilizar ahorros, atraer negocios, así como habitantes y talento. El impacto catalizador asociado con el proceso de convertir una ciudad en inteligente tiene el potencial de aumentar la renta per cápita en hasta un 21% y hacer crecer la población en un 13% en los cinco años siguientes al inicio del proceso de transformación.
A medida que la digitalización, la globalización y el cambio demográfico van redefiniendo el panorama urbano, la transformación en las ciudades inteligentes es esencial para promover el crecimiento y la prosperidad, a la vez que se abordan las expectativas de los ciudadanos y las empresas. No obstante, el camino hacia un futuro de ciudades inteligentes en ocasiones no parece muy claro para los dirigentes de las urbes. Para ayudarlos en ese proceso, ESI colaboró con una coalición de organizaciones de referencia para explorar la justificación de negocio para la transformación urbana, en un programa de investigación titulado ‘Smarter Cities 2025: Building a sustainable business and financing plan’. En concreto ha participado en este informe Ferrovial Servicios junto con Accenture, Gognizant, Exelon, GM, Mastercard, Oracle y Pennoni.
136 ciudades, 750 empresas y más de 2.000 ciudadanos
El estudio asegura que para conseguir resultados óptimos las ciudades necesitan una hoja de ruta y un modelo de negocio bien elaborados y poder así transformarse en ciudades inteligentes.
Las ciudades inteligentes proporcionan mayores beneficios económicos, sociales y de productividad a todos los grupos interesados. Pero sin visión, planes, talento ni financiación adecuados, los programas de ciudades inteligentes no alcanzarán su máximo potencial
Además de la encuesta a los dirigentes de 136 ciudades, el programa de investigación incluyó encuestas a 750 empresas y a 2.000 ciudadanos de 11 ciudades representativas, además de modelos de impacto económico para las ciudades que se encuentran en diferentes fases de madurez dentro del proceso de transformación en ciudades inteligentes. Las 136 ciudades, de 55 países diferentes, con poblaciones entre 35.000 y más de 37 millones de habitantes, representaban aproximadamente el 10% de la población mundial.
ESI ThoughtLab clasificó las ciudades según la etapa de madurez en la transformación a ciudades inteligentes en la que se encontraban (principiante, en transición y líder), y clasificaron su progreso basándose en 10 pilares de desarrollo de ciudades inteligentes. Estos incluyen cinco pilares «fundamentales» (gobernanza, economía, infraestructura, talento y financiación inteligente) y también cinco pilares «tecnológicos» (movilidad, medio ambiente, seguridad ciudadana, salud pública y sistemas de pago inteligentes). El estudio concluyó que, con frecuencia, muchas ciudades en fase principiante abrazan soluciones digitales antes de establecer los pilares fundamentales, que son esenciales para el éxito de las ciudades inteligentes a largo plazo.
Entre las principales conclusiones del estudio destacan:
- Los datos son el combustible de la transformación de las ciudades inteligentes. Es crucial que las ciudades conviertan la gestión de datos en un área de excelencia. Esto incluye la recopilación y el análisis de gran variedad de datos, hacerlos accesibles para las partes interesadas y ponerlos en valor. Para 2021, casi todas las ciudades utilizarán el «internet de las cosas» y datos en tiempo real, y el empleo de datos generados por inteligencia artificial se multiplicará por cuatro. El uso de datos predictivos, que ya se utilizan en cerca del 40% de ciudades, aumentará un 63%. Del mismo modo, el uso de datos geoespaciales y de comportamiento aumentará en un 54%.
- Mantenerse al día con la innovación digital es esencial para que una ciudad inteligente funcione con éxito. Más de la mitad de las ciudades encuestadas utiliza tecnología basada en la nube, aplicaciones móviles, plataformas de datos a lo largo y ancho de la ciudad, «internet de las cosas»/sensores, reconocimiento biométrico y tecnología geoespacial. En 2021, estas tecnologías se habrán convertido en esenciales para las urbes. Aunque sólo 1 de cada 10 ciudades utiliza tecnologías más avanzadas en la actualidad, el empleo de estas se disparará en los tres próximos años: el uso de blockchain aumentará un 752%, el de inteligencia artificial un 526%, el de drones un 298%, el de tecnología de vehículos conectados un 257%, y el de realidad virtual un 254%.
- La inversión en programas inteligentes aumenta con la madurez de las ciudades inteligentes. A medida que las ciudades avanzan en el camino hacia convertirse en ciudades inteligentes, también aumenta la proporción de sus gastos e inversiones dedicados a esta finalidad. Por ejemplo, las ciudades «principiantes» destinan el 15% de su presupuesto a programas inteligentes, mientras que las ciudades «líderes» destinan cerca de un 20%. En algunos pilares (movilidad, medio ambiente, gobernanza, economía, pagos), el nivel de inversión aumenta a medida que las ciudades maduran, mientras que para otros el nivel de inversión decrece (infraestructuras, seguridad ciudadana, talento).
- El futuro de la movilidad está en los sistemas multimodales conectados mediante tecnología inteligente. El estudio reveló que las ciudades de todo el mundo están desarrollando diferentes medios de transporte para proporcionar una mayor eficiencia para los ciudadanos y las empresas. A medida que las ciudades avanzan hacia un modelo de movilidad tecnificada y multimodal, la rentabilidad, tanto en tiempo como en términos económicos, puede ser enorme. Por ejemplo, en ciudades «principiantes», las aplicaciones móviles pueden ahorrar a cada ciclista hasta 10,3 horas al año en tiempos de espera y aumentar el número de usuarios del transporte público, mientras que las señales de tráfico inteligentes pueden proporcionar un ahorro de tiempo per cápita de 9,7 horas y de 12 litros de combustible al año.
- Los dirigentes de las ciudades consideran que el mayor reto en los programas de ciudades inteligentes es el medioambiental, y que sus principales beneficios se perciben en la salud pública y en la seguridad ciudadana. Por ejemplo, las inversiones medioambientales en tecnología de redes inteligentes consiguen un ahorro anual per cápita de 229,86 dólares (202,65 euros) y reducen las emisiones de CO2 en 101,15 kg por persona al año en las ciudades «principiantes». La reducción de la contaminación tiene efectos beneficiosos para la salud, sobre todo para aquellos que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), para los que el tratamiento con tecnologías inteligentes de salud pública como la telemedicina puede reducir el coste de las prestaciones sanitarias en 24,83 dólares (21,88 euros) al año. En seguridad ciudadana, tecnologías como la vigilancia policial predictiva reducen los delitos violentos en cerca de un 5% y los delitos contra la propiedad en cerca de un 10%, lo que conlleva unos ahorros potenciales de 420,33 dólares (370,41 euros) per cápita en las ciudades principiantes.
- La financiación de la ciudad inteligente sigue siendo un gran reto para la mayoría de las urbes. Los dirigentes de las ciudades tienen que echar mano de la creatividad y del ingenio para encontrar formas de financiar su futuro. En tres años, las colaboraciones público-privadas (65%) serán la técnica de financiación predominante, seguidas por las concesiones (60%), la financiación mediante ingresos compartidos (60%) y los presupuestos de las AA.PP. (59%), y todos aumentarán en relación con los niveles actuales. El apoyo federal y estatal será el que más aumente en los tres próximos años, en un 71% y un 58%, respectivamente.
